El equinoccio de primavera es Quya Killa Raymi y se festeja la energía femenina que se ve representada en la madre tierra, la luna y las mujeres, en la ceremonia las mujeres, danzan, cantan y activan los aspectos y virtudes de la femineidad, la creatividad, la belleza, la compasión, la entrega, activando y renovando vida en todo lo que comiencen porque es el momento de vibrar lo femenino de la madre tierra. El ritual involucra ahuyentar enfermedades y malos espíritus. Los ritos comenzaban en la luna nueva y se lo dedicaban al creador Wiraqocha. Se hacían purificaciones de todo tipo, entre ellas quemas de casas “viejas” en miniatura.
En la noche del equinoccio de otoño, Pacha Poqoy, las culturas andinas consideran que la luz y la oscuridad encuentran el justo equilibrio entre lo masculino y lo femenino. “Dos completos que se integran. Las familias se reúnen en un lugar natural colocando un aguayo especial donde le ofrendan a la Pachamama alimentos, bebidas y semillas que servirán para la próxima cosecha. En equinoccio de otoño se honra la energía masculina, la fuerza y todas sus virtudes, los hombres en la ceremonia agradecen a la pacha, cantando coplas, bailando y activando su energía masculina que les traerá, fuerza física y espiritual para tener coraje, voluntad y determinación en cualquier situación negativa que se presente, también ese aspecto masculino les brindará la protección en las cosechas manifestando abundancias y riquezas materiales y espirituales. Las mujeres acompañan con alegría la activación de ese aspecto que también las cobija. Esta ceremonia empieza por la noche y termina cuando llega el amanecer una verdadera fiesta de los hijos del Sol.
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