En agosto del año pasado trascendió la presencia de carpinchos en barrios de Nordelta cuando se difundieron videos con estos animales paseando por los jardines. Incluso hubo quejas de vecinos que contaban que los carpinchos destrozaban sus jardines. Lo que más les preocupaba era que cada vez hay más. Por otro lado hubo otros que defendían la presencia de estos roedores, considerados los más grandes del mundo.
Este año se difundió, con menor prensa, la presencia de grandes lagartos -de hasta un metro de largo- en varios barrios de Pilar, zona norte del conurbano bonaerense. Esto preocupó a muchos por desconocer si implican algún tipo de peligro o no. Los especialistas explicaron que también son una especie autóctona de la zona, que no comen grandes trozos por lo que no sería peligrosos y que por otro lado, al ser de sangre fría no transmiten enfermedades. A su vez se explicaron que controlan plagas como caracoles y ratones por lo que son recomendables para tener cerca.
En ambos casos, la razón está vinculada en gran parte a la sequía, producto del modo de producción industrial agrícola actual, sumado al avance de desarrollos inmobiliarios, incluso sobre humedales. Así que en realidad es el humano quien está invadiendo el hábitat de estos seres que forman parte de la fauna nativa mucho antes de que llegáramos nosotros. Por lo que lo más sano, si uno tiene la suerte de vivir en un lugar de éstos, es aceptarlos como seres del lugar tratándolos con el debido respeto y agradeciendo su existencia.
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