Ser nuestro propio proveedor de alimentos naturales es cada vez más una elección de los seres humanos en todo el mundo, una gran mayoría queremos conservar la naturaleza de los alimentos, sin agrotóxicos ni transgénicos. Entender la situación que atravesamos es el comienzo de la transformación individual, lo más concreto y efectivo primeramente es tomar la decisión, luego capacitarse, está alcance de todos de manera gratuita online, o también sumarse a grupos que de forma colectiva están aprendiendo como cultivar sus propios frutos, tener un lugar dentro o fuera de casa para hacer una huerta puede ser muy terapéutico, conectar con la energía de la tierra, alimentarte sanamente y hasta permitir el ahorro, abrirse a los nuevos hábitos urbanos que protegen los verdaderos frutos de nuestra madre tierra.
Hacer el compost
Empecemos con lo fundamental, el compost en casa. ¡Siempre hay un lugarcito! La basura diaria tiene aproximadamente el mayor porcentaje de residuos orgánicos lo cual varía en cada hogar teniendo en cuenta lo que se consume, los vegetarianos tenemos más del 50% de basura que puede transformarse en compost.
El compostaje empieza cuando separamos los materiales orgánicos y los colocamos en un contenedor o compostera, allí añadimos las cascaras de verduras y frutas (excepto lo cítrico, que ralentiza la descomposición, se puede hacer pero separándolo y que sea solo de cítricos). Para descomponerse de forma controlada, la medida aproximada es una capa de tierra en la base, después sumarle lo orgánico húmedo (si es posible agregar café usado), añadiendo un poco de agua y revolviendo para que tenga mayor aireación, es importante humedecer uniformemente y cuidar que tenga buena ventilación. Para la tercera capa se recomienda tapar con algo seco: hojas, cartón o viruta. Esto último aísla del olor y evita insectos. La compostera es mejor que esté alejada de los ambientes de la casa, en la terraza o balcón, pero que sea un lugar donde no reciba la luz directa del sol.
Encontrar los cultivos más generosos
Lo más importante encontrar las semillas orgánicas, en las provincias de Argentina todavía hay muchos campesinos que siguen cultivando frutos orgánicos manteniendo las formas y respetando el fruto de estación. Allí empieza, el primer desafío a lograr, la constancia y la firmeza pueden abrir un camino de nuevas semillas a cultivar en tu corazón. Empecemos con el cultivo más simple de hacer y ver resultados a corto plazo. La variedad de plantas comestibles que podemos cultivar es sorprendente, pero en esta ocasión vamos a compartir dos de hojas verdes que aportan alto valor vitamínico.
Encabeza la lista la acelga, porque es una planta que se puede aprovechar todo el año. Lo recomendable al cultivar acelga es que el clima sea cálido, entre los 20 a 25°C. Si se encuentra en maceta tiene que tener una profundidad de 25 cm y 20 de largo como mínimo y la tierra ideal que sea arcillosa rica en materia orgánica.
Siembra entre octubre y marzo, colocando 3 a 5 semillas en la tierra, que quede tapada, luego regarla y cuidar que la tierra siempre este húmeda, tarda entre 6 y 10 días en germinar. Cuando las diferentes semillas saquen sus hojas lleguen a unos 12 cm trasplantarlas. Cosecha a los 60-80 días en siembra de primavera. 90-100 días en siembras de otoño-invierno. Cuando las hojas lleguen a los 25 cm de largo, se las pueden cortar dejando entre 4 a 5 cm de lo interno del brote de la planta.
La Radicheta, con su amargo sabor, es una de las mejores para desintoxicar el organismo principalmente hígado y riñón. Se puede sembrar todo el año, aunque lo ideal es en otoño y primavera. La radicheta puede sembrarse en macetas de 30-40 cm de ancho, a 50 cm entre líneas. No necesita cuidados especiales, solo humedecer la tierra. Cosecha en unos 110 días antes que las raíces, de color blanco, se endurezcan y las hojas conserven su color verde. Las de hojas finas se cortan cuando tienen unos 10 cm, de altura siendo aún tiernas. Pueden dar 2 ó 3 cortes cada 20-30 días. Las de hojas anchas tienen un ciclo de unos 90 días, se cortan cuando llegan a 30 cm de altura, cortando con cuchillo la base de la planta.
El vinagre blanco, fertilizante seguro y ecológico
El mejor fungicida para babosas, hongos, pulgones,potente repelente para ahuyentar las hormigas, las moscas y todo insecto que quiera dañar a las plantas.
Fuentes:
Mascampo.com.ar – Inciar el cultivo de hortalizas
Manual del compostaje en America Latina- Pilar Roman, María Martinez y Alberto Pantoja
Modelos de compostaje
Según la estructura urbana, el tipo de construcción o vivienda y la existencia o no de jardines o espacios verdes se pueden seguir distintas vías:
Compostaje individual: en el propio jardín, terraza, balcón, incluso en el interior de la vivienda. Se desarrolla como una actividad lúdica, estrechamente ligada al bricolaje y la jardinería. Representa una experiencia personal de cerrar el ciclo de la materia en el propio jardín o vivienda. En el caso de viviendas con jardín o terraza permite la reutilización en origen.
Compostaje colectivo: en espacios libres o ajardinados comunitarios de conjuntos de viviendas, en espacios públicos, escuelas y similares. Requiere un mínimo de organización. Tiene un componente social de cohesión, mediante una actividad colectiva de preservación del medio ambiente. En principio permite la reutilización en origen en el espacio ajardinado comunitario.
Compostaje descentralizado específico: de residuos de poda de jardines públicos, en cementerios, hospitales, centros cívicos, etcétera. Representa una actividad laboral como cualquier otra a cargo del personal de cada institución en concreto. En principio permite la reutilización en origen en el espacio libre.
Compostaje centralizado: de materia orgánica proveniente de la recogida selectiva domiciliaria. Requiere la infraestructura municipal de recogida y la construcción de plantas de compostaje municipales como instalaciones centrales de gestión de residuos.
Josep Esquerrà i Roig
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