La fiesta de la primavera

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Los chinos celebran dos fiestas al final del año: la Fiesta de la Primavera del calendario lunar y el Año Nuevo del calendario solar.
Entre ambas pasa aproximadamente un mes. En la antigüedad, la agricultura era vital para los campesinos, quienes representaban la absoluta mayoría de la población china y estaba relacionada con la prosperidad y la decadencia del país. Por eso el calendario servía principalmente para la producción agrícola.
Los antepasados de las comunidades chinas, dividían la traslación anual de la Tierra alrededor del Sol en 24 jieqi (o períodos); es decir, cada mes se dividía en dos períodos. Por ejemplo, el lichun significa el comienzo de la primavera; el jingzhe, el guyü y el dongzhi se entienden respectivamente como “El despertar de los insectos”, “La lluvia para las plantas” y “La llegada del invierno”. En el norte, los campesinos trabajaban y siguen trabajando según estos períodos.
En la dinastía Han (206 a.C.-220), la gente celebraba la Fiesta de la Primavera en el período lichun (aproximadamente a principios de febrero del calendario solar). Por medio de reformas, se determinó que en el primer día del primer mes del calendario lunar (pocos días antes o después del lichun) se celebrase la Fiesta de la Primavera. Después de la Revolución de 1911, la República de China empezó a usar el calendario solar y desde entonces ellos pasaban el Año Nuevo. Razón por la cual, los chinos tienen dos fiestas anuales para celebrar el final y el inicio del año.
Sin embargo, las familias aprecian más la Fiesta de la Primavera, porque consideran que esta fiesta señala el inicio de la primavera y el despertar de todo el mundo.
La primavera es la estación más importante del año, sobre todo para la producción agrícola. Y esperan que el año que comienza les traiga buenas cosechas, paz, felicidad y prosperidad. Es decir, depositan sus más bellas esperanzas en el año nuevo. Gastan mucho dinero en la compra de ropa nueva y sabrosas comidas, y celebran la fiesta con diversas actividades.
En el pasado, la Fiesta de la Primavera era considerada como la ocasión para poner fin a la tristeza, la pobreza, la enfermedad, las calamidades y las deudas, y el período para superar las dificultades o substraerse a ellas. Por ejemplo, pocos días antes de la fiesta, se debían saldar las deudas y exigir su pago. Los campesinos y los ciudadanos pobres que no tenían dinero para pagar las deudas o los arriendos solían salir de casa para evitar encontrarse al acreedor o al terrateniente, ya que en los felices días de la fiesta no podía exigirse el pago de deudas.
Además, en esta fiesta los peones, los sirvientes y los obreros de los talleres privados tenían vacaciones y recibían su salario anual, con el que compraban ropa, zapatos y artículos necesarios para la fiesta y regresaban a su casa para reunirse con sus familiares.
Los días más animados de la Fiesta de la Primavera son los que van del chuxi (la tarde del último día de año) al día quince del primer mes lunar.
En el chuxi, toda la familia se reúne y en la cena se ofrece todo lo exquisito: carne, pollo, pato y verduras. El pescado, que en chino también significa abundancia, es un elemento indispensable. En esta cena, la presencia de quienes no han podido volver a casa para reunirse con la familia se simboliza colocando en su lugar un par de palillos.
Esa noche no se apaga la luz y la gente no duerme. Los adultos comen bocadillos y toman té. A las cero horas, los niños disparan petardos y fuegos artificiales, señal que anuncia la llegada de un nuevo año.
A la madrugada del día siguiente, bajo la dirección del jefe de familia, los miembros ofrecen sacrificios ante las tabillas de los antepasados y les saludan. Luego, los niños saludan a sus abuelos y padres, quienes les dicen palabras de ánimo y les entregan dinero envuelto con papel rojo. Las discordias entre hermanos desaparecen con los saludos recíprocos.
En un libro de la dinastía Ming (1368-1644) se dice: “En la Fiesta de la Primavera las calles de la capital están llenas de gente, funcionarios y civiles, que va y viene a visitar a sus directores y amigos para saludarlos”. En el segundo día de la fiesta, las casadas deben regresar al hogar de sus padres para saludarlos. Ese mismo día, la gente saluda también al Dios de la Riqueza.
Se dice que en el tercer día de la fiesta los ratones se casan; la gente esparce granos y sal sobre el piso para felicitarlos y se acuesta más temprano para no molestar a los animalitos recién casados.
El cuarto día, los diversos dioses bajan a la tierra, por lo que después del almuerzo deben ofrecérseles sacrificios y quemar incienso.
El quinto día, se empieza a cocinar y limpiar la casa, y los comercios reanudan su actividad.

Huo Jianying
Chinatoday.com.cn

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