Ginseng significa en el idioma chino “raíz humana” porque a medida que crece se asemeja a la forma del cuerpo humano, esta hierba milenaria lleva en su interior muchas virtudes, tantos son sus beneficios que algunos investigadores aseguran que tomando la medida justa puede sanarlo todo.
Después de muchos siglos de gran relieve como elementos curativos, las hierbas pasaron a un segundo o tercer plano a partir del siglo XVIII, con el advenimiento de la química y con la descomposición de las plantas en sus elementos constituyentes. Entonces lo que se buscaba era crear en el laboratorio lo que la naturaleza ofrecería con mayor o menor generosidad. Sin embargo, y sin pretender entrar en conflicto con la industria farmacológica de nuestros días, no debemos perder nunca de vista que gran parte de las medicinas modernas contienen elementos químicos que encontramos en las hierbas.
Actualmente, luego de un largo período detrás del escenario central, las hierbas medicinales, también llamadas simples, vuelven poco a poco a estar bajo las luces.
El uso del ginseng por parte de los pueblos asiáticos tiene más de 5000 años. En lo que se refiere a la medicina de China, probablemente el conjunto de conocimientos médicos más viejo del mundo, las propiedades nutritivas y terapéuticas de la planta eran tenidas en gran consideración. Por otra parte, el Libro Chino de las drogas incluía recomendaciones muy específicas sobre la utilización del ginseng para mejorar la concentración y la memoria, para calmar los nervios y para vivir más años, además se la consideraba a esta raíz un tónico maravilloso, por lo tanto, su historia es milenaria.
En occidente se la conoce a partir del siglo XII con los viajes del veneciano Marco Polo a China. Casi tres siglos después el navegante portugués Vasco Da Gama posibilita con sus largos viajes a los confines asiáticos, que misioneros europeos traigan al viejo continente información sobre las propiedades medicinales atribuidas por los chinos. En 1712 se descubre en Canadá el ginseng de América, a la que los antiguos cherokees llamaron “raíz del hombre”, cuyas propiedades se asemejan con las de su prima asiática. Por eso los indios ocupaban a comienzos del siglo XVIII a la recolección de las raíces dejando postergadas otras actividades agrícolas. Cien años después, la exportación de ginseng norteamericano a China, se había convertido en un excelente y lucrativo negocio.
La botánica, identificación y desarrollo
El ginseng es el nombre común de un género de plantas de la familia de las Arialiáceas. Ésta abarca alrededor de 55 géneros y 700 especies de hierbas y arbustos distribuidos por regiones tropicales y templadas. Aunque la planta es originaria de Asia, concretamente de China, la mayor concentración de especies se da en la región Indomalaya y de América tropical. Las flores son pequeñas, dispuestas en inflorescencias ramificadas. Las hojas por lo general están divididas en folíolos. La hiedra se cultiva mucho como perenne, cobertora de suelos y muros. Uno de los géneros contiene varias curiosidades, como el bastón del diablo, una planta nativa de América del Norte; se trata de un arbusto de forma parecida a un árbol, con hojas y tallos armados con grandes espinas.
El ginseng chino, al igual que el coreano, se identifica como Panax ginseng, suele tener hasta 60 centímetros de alto y se caracteriza por sus cinco hojas foliadas, sus flores de rojo brillante y sus frutos entre blanco y verde.
El Panax quinquefolium, el ginseng americano descubierto en Canadá en 1712 tiene propiedades muy similares al de China. No suele pasar los 50 centímetros, sus flores son amarillas y sus frutos rojos. Al igual que el ginseng chino, la variedad norteamericana es bastante aromática y consta de raíces de formas a menudo tan caprichosas que recuerdan figuras humanas. Crece en forma silvestre y prefiere hacerlo bajo arces y hayas.
¿Cómo lo podemos utilizar?
En el ginseng lo más importante son las raíces. Se recolecta limpiando a éstas de la tierra adherida y raspándolas con un cuchillo de bambú, introduciéndolas en agua caliente y sometiéndolas a la acción del vapor hasta que se vuelvan translúcidas y luego disecándolas. Luego de la infusión, maceración y la decocción, es decir que la planta hierba durante varios minutos en agua, es la forma más sencilla de prepararla. Otra forma de usarla pueden ser tinturas, polvos, jarabes medicinales, etc. Para uso externo se la emplea en pomadas, cataplasmas y fumigaciones.
Actualmente se lo puede adquirir comercialmente en forma de cápsulas, tabletas, extracto, en polvo, como té, al natural, etc.
Pero la mejor y más efectiva de las presentaciones es la natural, ya que la adquisición de la raíz completa original sin ningún tipo de industrialización conserva en la piel de la raíz la mayor cantidad de sales minerales, vitaminas y proteínas.
Propiedades curativas
En términos generales el ginseng está considerado tanto por los médicos naturistas y los médicos alópatas, como excelente excitante de la digestión y estimulante del organismo, debido a su composición química muy rica en determinadas sales minerales, vitaminas, carbohidratos y proteínas.
Su acción como agente regulador de la presión sanguínea es altamente apreciada. Es igualmente útil en la lucha contra la anemia. Evita la acumulación nociva de ácidos en nuestro cuerpo. Impide la formación de callosidades. Tiene poder calcificante. Ayuda a renovar los tejidos. Combate el aumento indeseado de peso corporal. Es un soldado imbatible en el combate contra la artritis y otras dolencias de tipo reumático. Mejora la función cerebral. Refuerza el sistema nervioso actuando contra el stress, la angustia, la depresión, etc. Es un tónico superlativo contra la fatiga. Da mayor elasticidad a los músculos. Estimula y mejora la función sexual por cuya razón se le considera un “potente afrodisíaco”. Además, el ginseng ofrece todas estas características positivas sin ningún tipo de efectos secundarios. Las hojas se usan para el cuidado de la piel y de los miembros inferiores y superiores.
De este artículo se puede inferir que la vida puede ser mejor y más saludable tomando ginseng en sus variadas formas de consumo. Desde ya siempre es aconsejable utilizarlo previa consulta a su médico de cabecera.