La Nochebuena, Navidad y fin de año se festeja a pocos días del solsticio de verano. El cambio de estación me llevó a relacionar la llegada de las fiestas y como cada año, más estos dos últimos, sentí la necesidad de detenerme y observar, lo positivo y lo negativo para darle un sentido a las experiencias.
Muy pocas situaciones personales aparecieron en mi mente porque todo se centralizó en lo que estamos viviendo como humanidad hace casi dos años. Cada persona transita situaciones diferentes, algunos tal vez no les guste las fiestas, otros solo las ven como reuniones para comer y beber entre familiares y amigos, pero también otros encontramos un sentido a la Nochebuena, a la Navidad y al fin de año, porque creemos que es una oportunidad para reflexionar y sentir la importancia de poder reunirnos con nuestros seres queridos, para compartir en esas noches las experiencias que se suscitaron todo el año, para sentirse acompañado, escuchando y siendo escuchados.
Espiritualmente festejamos en Nochebuena y Navidad, que Jesús nació por mandato divino con el objetivo de plasmar en nuestra madre tierra y sus habitantes los mensajes de Dios, información que tuvo muchas y diferentes interpretaciones.
Desde distintas líneas espirituales he rescatado algo que todas comparten, que lo esencial de los mensajes de Joshua, Jesús, el Cristo, era sentir la presencia divina en el corazón, su Amor, su Paz, que esa fraterna conexión con Dios o el universo, se llega a percibir cuando aquietamos la mente y dejamos que nuestro corazón sintonice con el humano divino que todos somos. Su llegada en cada Navidad es renacer el amor crístico en nuestro corazón.
Para Occidente un nuevo ciclo comienza en nuestro planeta azul, esperemos que lo aprendido en el viejo año esté lleno de reflexión y valores. Será momento de dejar más tiempo desconectado el celular y empezar a encontrar en nosotros esa energía tan sanadora que acerca y eleva la frecuencia con otro ya sea ese familiar, que hace años no visitamos, amigas y/o amigos.
Empezar a preguntarnos el sentido que tiene estar con vida… Seguramente muchas puertas se abrirá con un nuevo presente. Impulsarnos al cambio, celebrar en estas fiestas los vínculos con mayor presencia y consciencia para recibir un nuevo año con mayor fuerza y esperanza, tomando el compromiso de dar lo mejor, aceptando y recibiendo cada experiencia como única e irrepetible.
¡Felicidades!
"UN MOMENTO PUEDE CAMBIAR UN DÍA, UN DÍA PUEDE CAMBIAR UNA VIDA Y UNA VIDA PUEDE CAMBIAR EL MUNDO"
Gautama Buda
La vida está llena de momentos y cada uno de ellos me ha enseñado atesorarlo. Plasmar en este espacio de tiempo las experiencias y saberes ancestrales, es mantener viva la luz interna que nos legaron, sigamos transitando el camino. ¡Despertando lo esencial!
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