Durante todo el mes de agosto iniciando desde el primer día, en nuestro norte argentino y los pueblos hermanos de Latinoamérica es considerado un evento muy especial para honrar al espíritu femenino que sostiene nuestro precioso planeta, llamada amorosamente Pachamama. Se realizan diferentes rituales, siendo un mes de encuentros y reuniones donde se fortalecen los vínculos en compañía de la alegría y el cálido “Madre sírvete”
Recibimos el mes de agosto con la casa ordenada, limpia y durante esas semanas podemos sahumar cada rincón del hogar, por la mañana muy temprano se toma una infusión de ruda, luego la casa recibe una sahumada de hierba buena, ruda macho, ruda hembra, y si no se tienen esas hierbas, puede ser muy efectivo también incienso, mirra y almizcle, estos aromas quemados en carbón liberan y armonizan todos los ambientes del hogar, luego empieza el festejo haciendo comidas regionales, bebidas fuertes para ofrecer y compartir.
El encuentro de familiares y amigos es el verdadero ritual que reconoce el espíritu de la Pachamama, por el amor, el respeto que recibe y que de forma simbólica es trasmitido a través de las bebidas fuertes y alimentos que en sus entrañas comparten sus hijos.
El ritual consiste en hacer un pozo, representando la boca de la madre tierra. La ceremonia comienza en un círculo alrededor de este espacio de tierra, la persona sabia de la familia (adulto mayor) hace una oración donde agradece por todos los alimentos que recibieron durante el año, habilitando a todos los integrantes de la familia y amigos a compartir las ofrendas, cada uno mastica un bocado de la comida y luego esa ración se comparte en el pozo y se le dice “Madre sírvete” cada persona se entrega a esa comunión simbólica uniendo su energía a la de la madre que permitirá ese nuevo año alimentarlos y traer prosperidad a sus vidas. Las bebidas fuertes como la caña, o caña con ruda, tienen simbólicamente el mandato de liberar al cuerpo de enfermedades; trayendo en esa nueva vuelta al sol, salud y protección de malos espíritus. Al igual que los alimentos consagran la bebida, se brinda frente al pozo, se bebe de ese preparado y se le ofrece a la Pachamama derramando una parte para que ella lo beba. Todo el 1er día de agosto transcurre con música y danzando alrededor del pozo, también algunos utilizan ese ritual para pedir trabajo, salud y amor. Es una fiesta popular llena de alegría. Al llegar la hora crepuscular se cierra el pozo, con todas las ofrendas dentro, se agradece nuevamente, se brinda con alguna bebida fuerte y se derrama sobre la tierra sellando una nueva oportunidad para fundirse en los brazos de la Pachamama.
Este cautivante ritual se puede hacer en una maceta, Sino ingieres bebidas fuertes puedes simplemente compartir tus bebidas naturales, tus alimentos preferidos, lo importante es reconocer su existencia, respetarla y agradecer por todo lo que nos provee y nos brinda cada día.
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