Año nuevo chino 4719

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El pueblo chino recibió el año nuevo conforme a su calendario en la segunda luna nueva. El suceso astronómico empezó desde la noche del 11 de febrero llegando el nuevo año el día 12 junto a la primavera china. Para las familias es la celebración más importante, porque todos  se reúnen y comparten diferentes rituales con el propósito de manifestar prosperidad en el año naciente. Los diferentes encuentros llenos de significados lo hacen desde hace miles de años, la celebración tiene una duración de 15 días.

El calendario tradicional chino es lunisolar, el año se divide en ciclos lunares de 29 días y medio, eso quiere decir que la luna necesita esa cantidad de días para dar la vuelta completa a la tierra, entonces  tienen 12 meses lunares por año, este calendario dura 354 días, para sincronizar con el calendario gregoriano (el nuestro) se añadió cada dos o tres años un mes compensando la diferencia, así se ajusta de manera armoniosa las estaciones y los meses. Al igual que nosotros que cada cuatro años en el mes de febrero tenemos 29 días, el conocido año bisiesto.

Para ellos los meses empiezan cuando se encuentra la luna nueva (la luna totalmente oscura). El año es cuando la luna se acerca al punto medio entre el solsticio de invierno y el de primavera, esto quiere decir que la luna nueva que se produzca entre mediados de enero y los primeros días de febrero, anuncia el nuevo año. Por esa razón las fechas varían. Hasta ahora este calendario se lo utiliza para organizar los días de siembra o recolección como así también, ritos y fiestas importantes, también tienen incorporado el calendario gregoriano.

Lo interesante de la cultura china es que el calendario lunar también está acompañado de un elemento y un animal. En la antigüedad los astrónomos chinos le asignaron a cada uno de los cinco planetas más destacados uno de los cinco elementos por ser parte esencial del universo: Venus, metal. Júpiter, madera. Mercurio, agua-aire. Marte, fuego. Saturno, tierra.

La astrología china sumó a ese calendario lunar, su zodiaco que consiste en una rueda dividida en doce segmentos y en cada uno se colocó un animal, todos los nacidos en ese año compartirán las características de uno de los doce animales.

Cada animal del zodiaco chino tiene un orden establecido: Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro, Cerdo.

Los años del calendario chino se agrupan en ciclos de sesenta, semejantes a los siglos nuestros. Cada animal del zodiaco dirige un año, cada uno de los cinco elementos rige durante dos años y en esas combinaciones se suma a las energías Ying y Yang cada una guía un año. De esa forma llegamos a entender que el ciclo de sesenta años, transcurre cuando los doce animales pasan por los cinco elementos eso va dar sesenta tipos de personalidades (desarrollamos el tema en otra nota).

Brevemente les compartimos una de las leyendas chinas más populares de cómo doce animales fueron elegidos para participar del zodiaco y el orden que le corresponde a cada uno de ellos.

Cuenta la leyenda que hace mucho, pero mucho tiempo, el emperador de Jade decidió organizar una carrera de animales para decidir quiénes serian los participantes en el zodiaco, y se les otorgaría durante un año influir en las personalidades de los que nacieran en ese año. La prueba consistía en cruzar el río y en orden de llegada ocuparían un puesto.

Dicen que el gato y la rata eran muy amigos, y si bien se conocía la inteligencia y astucia de ambos, no se los consideraba buenos nadadores en la familia del reino animal, así que el roedor y el lindo gatito pensaron rápidamente como cruzar el río. Entonces le pidieron al búfalo que los cargara en su lomo y este bondadoso animalito los ayudó, y se embarcaron los tres en la nueva aventura, pero la rata deseosa de tener un buen lugar decidió empujar al gato y éste cayó en el agua. Por ese episodio egoísta pasaron a ser enemigos, pero aquí no termina la artimaña roedora, cuando llegan a la orilla la intrépida rata se arroja a la tierra firme y sale corriendo rápidamente para llegar primera en la carrera. El noble y generoso búfalo con su pesado cuerpo corre muy cerca quedando en segundo. Detrás luchando contra las corrientes el tigre llega a la orilla y ocupa el tercer lugar, le sigue el conejo que con sus grandes saltos va aferrándose a los troncos que encontraba flotando en el río quien fatigado llegó a ocupar el cuarto lugar. Luego apareció el dragón  volando y le dijo al emperador que no pudo llegar antes porque tenía que crear lluvia con la intención de ayudar a las personas y las criaturas de la tierra, recordando que cuando estaba llegando vio a un conejo cansado y aferrado a un tronco que flotaba en el río, así que decidió ayudarlo impulsándolo con su aliento para que llegara a la orilla. Su cortesía sorprendió al emperador y con mucha alegría le otorgó el quinto puesto. Luego el caballo se acercaba a la recta final y una serpiente lo asustó y lo hizo caer, por esa situación llegó la serpiente en sexto lugar y el caballo en séptimo puesto. A pocos metros llegaban la cabra, el mono y el gallo, entre los tres hicieron un excelente trabajo en equipo el gallo hizo la balsa de madera y la cabra junto a el mono remaron hasta llegar a la orilla lo cual conmovió al emperador y le dio a la cabra el octavo puesto, al mono el noveno y al gallo el décimo lugar. Lo divertido que el mejor nadador de esta gran familia, el perro, no logró tener un mejor lugar porque cuando llegó a la orilla sintió la necesidad de refrescarse en las aguas cristalinas después de la carrera, así que se quedó disfrutando un rato hasta que salió y consiguió el puesto número once. El emperador finalizando la carrera escuchó a un cerdito que llegaba tarde porque se detuvo en el trayecto a comer y se quedó dormido, cuando despertó siguió su camino y llegó a ser el último animalito del zodiaco chino. Finalizada la carrera llegó -demasiado tarde- el gato y no pudo ocupar ningún puesto, el rencor y odio por las ratas se originó en esa situación, cuenta la leyenda.

Para los chinos estamos en el año 4.719 guiados por el búfalo de metal el cual pronostica Ludovica Squirru, llega para ordenar los desastres que dejó la rata el año pasado. Con inteligencia y perseverancia todo es posible en el año del búfalo. Un año para cultivar la fuerza de voluntad y toda virtud interna que yace en el interior de los seres humanos, un trabajo arduo que vislumbra el encuentro del verdadero sentido de estar vivos, destaca en su libro activar la empatía, fraternidad, alineando el compromiso personal y todo lo que nos rodea, amigándonos con la naturaleza y entendiendo que es un año de transformación.

G.N.

 

Rituales de protección

Desde la víspera del año nuevo, para despertar el espíritu del año que llega, cada familia después de limpiar en profundidad su casa, preparan arreglos florales, colocan las llamadas “Coplas” sobre papeles rojos en las puertas de ambos lados con mensajes positivos y con buenos deseos. Este es un arte popular y tradicional, que fue cambiando, en los libros antiguos hablan de las coplas de primavera que se hacían en madera de durazno en esas coplas se pintaban la imagen del “Dios de la puerta” para proteger a los que habitaban en ese lugar, es un poderoso amuleto que le temen los demonios y malos espíritus. Estas coplas de primavera son parte de la cultura tradicional y aún se usan en la China continental. Son la combinación de caligrafía y literatura, reflejando la posición social o el trabajo que realiza la familia. En el presente se hacen también mensajes con frases cortas y los pegan en la casa.

 

Ofrendas a los seres del cielo y los antepasados

En la tarde previa a la llegada del año que inicia cada familia hace sus ofrendas a los dioses del cielo al igual que a sus antepasados, agradeciendo todo lo recibido en el año que pasó y orando para que el nuevo año llegue con bendiciones. Bandejas de frutas para hacer ofrendas al emperador de Jade, a él se lo conoce como el Rey Celestial que protege a los tres reinos “El cielo, la tierra y el inframundo”. Cuenta la leyenda que el emperador de Jade caminó por la tierra en tiempos de mucho sufrimiento, protegiendo y sosteniendo a esos seres sintientes, por esa razón al presentar las ofrendas agradecen su misericordia al mundo de los seres humanos; en plegarias piden salud, felicidad, riquezas y armonía familiar.

 

Entre vigilia y regalos

Esa noche todos se mantienen despiertos, los niños saludan a sus mayores deseándoles un feliz año y la tradición indica que reciban dinero en sobres de color rojo.

 

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