Despertar al yo superior

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Hoy nos reunimos con Melisa Bardoneschi, licenciada en Comunicación Social de la UBA, terapista holística, facilitadora de meditación y practicante kung fu. La propuesta es charlar con ella sobre la meditación holística y sus beneficios.

 

¿Qué significa holística?

– La palabra holística deriva de holismo, es una posición metodológica que postula como los sistemas y sus propiedades deben ser analizados en su conjunto y no por separado. Es decir, en la terapia holística tratamos al ser humano como unidad de cuerpo, mente y alma. Ninguna prevalece sobre la otra, vemos sus conexiones en la meditación y trabajamos objetivamente en cada caso.

Existen diferentes ramas de terapia holística, la homeopatía, la acupuntura, la naturología, la reflexología, la astrología… Partimos de la idea que las terapias son caminos de autoconocimiento, lo importante en este caso es que la persona que viene a consultar va a ser facilitado y acompañado por alguien, lo que implica que la misma persona va a hacer su propio proceso de transformación, va a ir descubriendo las herramientas que necesita para ese cambio, el terapeuta no es un salvador, es solo un escolta en el camino.

En mi caso me dedico a la terapia holística de meditación y astrología, mi sesión consiste en una charla previa, donde trabajamos a partir de un discurso, después desde lo simbólico con la meditación y una armonización con reiki.

 

¿Cuál es la diferencia entre la meditación común y la meditación holística?

– La meditación busca hacer foco en algo concreto, disminuir la fluctuación mental, relajar, renovarse energéticamente, bajar los decibeles. La meditación holística la utilizamos como un camino de autoconocimiento, hacemos un recorrido a través de la palabra, con el resultado de ese encuentro se arma una meditación para que la persona a través de la simbología pueda conectar con la problemática que está teniendo en su vida. Estos encuentros pueden ser grupales, pero yo trabajo individualmente.

Con la meditación buscamos detener las fluctuaciones de la mente, cuando logramos hacer foco y acallar pensamientos, disminuye el estrés, ayuda a gestionar las emociones, se liberan hormonas como la serotonina y logramos mayores niveles de concentración.

La meditación nos ayuda a autorregularnos, algo muy complicado hoy en día, pues estamos inmersos en un mundo muy acelerado, por el trabajo, las redes sociales, la tecnología… Todo esto colabora al gran mal de estos tiempos que es la ansiedad. La meditación es una gran solución para este problema, si se utiliza correctamente. Todos podemos meditar.

 

¿Qué técnicas tenemos para eso?

 

Existen diferentes técnicas: la respiración, la repetición de frases o mantras, la contemplación de una vela o mirar fijamente una pared… Todas intentan anclarnos al momento presente.

Se pueden utilizar todo tipo de expresión artística, pintar mándalas, hacer ejercicios de vocalización, caminatas conscientes, visualizaciones, contemplaciones -el hecho de estar mirando hacia la nada y hacía todo al mismo tiempo-, bailar, meditaciones en el agua, hay infinidades de técnicas meditativas… La finalidad es hacer foco, conectar con nuestro ser más profundo.

Hay elucubraciones, ese pensamiento que va de un lado al otro, que tiene que ver con el deber y el hacer. “Debería estar lavando platos”, “debería ir al banco”, etcétera que nos sacan del presente y nos vinculan con el pasado o con lo futuro. Es importante hacer foco, éso nos trae al presente y conlleva una serie de beneficios.

Es el facilitador quien desde la manera holística debe buscar la técnica indicada. Cuando logramos conectar con nuestra esencia aparece un montón de información desconocida hasta el momento.

Es importante no enjuiciar los pensamientos que nos surjan, sino tratar de educar la mente para hacer foco. Cuando nosotros aprendemos las distintas técnicas de meditación y podemos usarla en nuestra vida cotidiana vamos logrando presencia, o sea estar en el aquí y ahora, disfrutar, reconocer mis emociones y, en definitiva, ser realmente el protagonista de mi vida.

 

¿Cómo descubriste este camino?

Estudié en Jima House con una facilitadora que se llama Maru. También estudié astrología en la academia de Pablo Flores.

Estaba en un momento complejo de mi vida y apareció la meditación como una forma de autoconocimiento y un camino de sanación. Comencé a hacer un trabajo de escucha, entender que era lo que yo estaba necesitando y a través de la meditación conectarme con ciertos estados de mi ser más elevado -se llama en esta corriente el “yo superior”- que entiende que me está pasando como ser encarnado.

Está conectado con uno, pero tenemos mucho barro, en relación con el exceso de pensamientos, cuando empezamos a meditar empieza  a decantar el barro y llega un agua clara entonces el yo superior habla directamente y se produce lo que se conoce como una escucha abierta, es importante no emitir juicios en ese momento de escucha, es un momento de confianza y de apertura. Tu yo superior no te va a hacer ver cosas que no estés preparado para ver.

 

¿En estas consultas se abarca todas las temáticas de la vida?

– Sí, abarca todo, porque todo está conectado. Por ejemplo, viene una persona y dice tener un problema económico, entonces vemos el tema de la abundancia. Otra con problema de pareja y tratamos el tema del poder. Siempre con la terapia y meditación y lo complemento con la astrología que también se estudia en forma holística.

 

¿Al finalizar cada consulta vos como te sentís?

– Renovada, es un trabajo de ida y vuelta, de colaboración, si bien existen procedimientos energéticos para evitar involucrarme personalmente, aprendo del otro, de cómo se resuelve el conflicto, es una experiencia positiva y como para quedar armonizados finaliza con reiki.

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