Los sabios de la antigua china estudiaron en profundidad los elementos naturales y sus correspondencias con el ser humano, siendo la base primordial de esta cultura. Establecieron un sistema razonable que contiene todos los aspectos de transformación de los individuos.
Comprendiendo las enseñanzas de los elementos todos podemos manifestar armonía en el entorno, sentir los ritmos biológicos, conservar la salud y desarrollar el sentido de vivir con alegría.
Los cinco elementos que son el pilar de la civilización china son la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. Lo sorprendente de este estudio fue que de él surgieron sistemas y formulas que orientaron a los emperadores para cultivar el arte de gobernar, a la milicia establecer estrategias de guerra, a los pueblos para conservar su existencia física, mental y espiritual.
La medicina china tiene sus fundamentos en estos cinco elementos, especialmente la energía que sostiene la vitalidad del cuerpo y los meridianos que serian el mapa o canales donde circula la fuerza de vida todo interconectada. A partir de allí se estableció un sistema médico con diferentes métodos complementarios como la alimentación, la fitoterapia, la acupuntura y los ejercicios taoístas de purificación y de equilibrio como el Qi Gong.
Establecieron un sistema que conecta los cinco elementos y el universo, relacionando al ser humano con los planetas y las estrellas, entendiendo que todo influye en los ritmos orgánicos, fisiológicos, emocionales y psicológicos.
Los sabios médicos chinos consideraron que su medicina es reparadora y preventiva, cuenta la historia que los acupuntores recibían su paga cuando sus pacientes conservaban la vitalidad en sus cuerpos porque mantenían el equilibrio biológico evitando la presencia de enfermedades. Las técnicas de diagnóstico como la toma del pulso o el examen de la lengua tienen base en la teoría de los cinco elementos. El médico puede revelar en sus pacientes que elementos presenta en exceso o cuales carece.
La danza de las cinco fases fundamentales
Como en una danza interactúan los cinco elementos y las estaciones del año, teniendo un orden sucesivo, constante y dinámico.
La madera está asociada con la primavera. El planeta que representa es Júpiter, la dirección este donde el sol renace, es la época que la naturaleza toma vida y crece en abundancia. Es el comienzo del ciclo y corresponde al primer movimiento donde empieza todo a expandirse con fuerza vital.
El órgano (Zang) que representan a la madera en el cuerpo humano para la medicina china, es el hígado y Fu (entraña) vesícula biliar.
El fuego se asocia al verano es el momento del calor con mayor intensidad, el planeta que lo simboliza es Marte, la dirección es sur donde la fuerza del sol activa y madura todos sus frutos, dándole fluidez y brillo a todo lo existente de la madre Gaia. El Zang es el corazón y Fu intestino delgado.
La tierra es el quinto elemento, representa la templanza. Los chinos lo ponen en correspondencia con el centro, considerando que la naturaleza hace una pausa y está suspendida entre dos etapas entre el fuego del verano y el metal del otoño, como si el elemento regresará al centro para observar la siguiente etapa y así seguir su incesante fluir. El planeta que lo rige es Saturno el Zang es bazo-páncreas y el Fu es el estómago.
El metal es el elemento asociado al otoño y en este periodo la energía desciende y empiezan los cambios, las hojas caen, moviendo, trasmutando todos los excesos del verano empezando a integrarse a la tierra, preparándose para la próxima estación soltando todo lo innecesario. El planeta que le corresponde es Venus, su dirección es oeste el Zang es el Pulmón y el Fu es Intestino grueso.
El agua se relaciona con el invierno, porque es la estación del frío, la nieve, las lluvias, es la estación donde todo se calma, toma de la fuerza vital para reposar y en la no-acción baja el ritmo. El planeta que lo representa es Mercurio, la dirección es el Norte el Zang (órgano) es Riñón y el Fu (entrañas) Vejiga.
El cuerpo una organización cósmica
Los chinos apasionados por la política y la administración de su imperio establecieron sistemáticamente relaciones entre la distribución del cuerpo y el cosmos. Para reconocer los cinco elementos ellos eligieron cinco órganos principales los llamaron Zang: hígado, corazón, bazo, pulmón y riñón, el término bazo designa el conjunto del bazo y del páncreas, las cuales son todas las vísceras llenas del tronco, en oposición a las vísceras huecas que reciben el nombre de Fu y serian el estómago, vejiga, vesícula biliar, intestino delgado y el intestino grueso.
Los órganos en su mayoría tienen una función metabólica (reacciones químicas a nivel celular)
A través de ellos el organismo produce sustancias vitales que se transforman molecularmente y almacenan energías (anabolismo) o destruye los que serán desechos para ser evacuados (catabolismo).
Estos cinco órganos son el pilar del equilibrio político imperial del cuerpo. El corazón es el emperador, el más importante de los órganos en relación con el sol. Los planetas giran a su alrededor, si el corazón se detiene la vida deja de fluir. El hígado es el general en jefe que organiza los planes. El bazo y el páncreas son los graneros donde se organiza el suministro en forma de alimento. El pulmón es el primer ministro del estado que controla la energía del cuerpo y el riñón es el ministro que se encarga de la raíz de la vida, cada uno de los órganos está conectado con alguna de las entrañas Fu. Estas vísceras son las que se encargan de ayudar al tránsito de sustancias solidas o liquidas que deben ser evacuadas.
El hígado esta en relación con la vesícula biliar. El corazón con el intestino delgado. El conjunto de bazo y páncreas está en sociedad con el estomago. El pulmón está vinculado con el intestino grueso. El riñón está asociado con la vejiga. Cada elemento se corresponde con un planeta, una estación y una dirección.
Los ciclos de generación y dominación
Este principio o ciclo se lo llama “Chenn”. En el cuerpo este ciclo inmutable se lo define como “Madre” (genera, produce) e “Hijo” ser generado. La madera alimenta al fuego, a su vez el fuego con sus cenizas va generando tierra, la tierra produce el metal, el metal alimenta al agua y el agua a la madera.
En el cuerpo, el hígado vinculado con la primavera comunica su energía al corazón, relacionado con el verano. Se dice que el hígado es la madre del corazón. De la misma forma el corazón trasmite su energía al conjunto bazo páncreas del cual es la madre. Y así el bazo es la madre del pulmón, el pulmón del riñón. Las relaciones entre los órganos son concretas y precisas, por ejemplo, si por alguna razón el hígado llegara a perder su equilibrio, su hijo el corazón sufrirá, si sucediera que el corazón necesita tener más energía manteniendo el equilibrio justo necesita una madre vigorosa para sostenerlo, lo ideal sería cuidar el hígado, ¿en qué momento? en la estación que le corresponde, o sea en la primavera, así funciona este sistema natural.
El ciclo de dominación se lo conoce con el nombre de “Ko” este principio compensa el exceso de producción o estimulo que genero el ciclo “Chenn”. Cada elemento inhibe al que sucede a su hijo esto evita el dominio de un elemento sobre otro.
La madera inhibe a la tierra, el fuego descompone al metal, la tierra absorbe o contiene al agua, el metal corta a la madera, el agua apaga el fuego.
Los cinco elementos siempre están integrados a todo lo que existe, produciendo una dinámica de opuestos que permite el equilibrio justo para seguir creando vida. En el próximo número seguiremos compartiendo el estudio minucioso de los fenómenos de la naturaleza según la medicina china.
G.N.
Biografías:
Yves Requena y Marie Borrei, Medicina china, guía para tu bienestar.
Benxian Wang, Wenli Ma-Acupuntura en EEUU.
Nogueira Pérez; Carlos A. Acupuntura y bioenergética.
David J. Sussman, Acupuntura, teoría y práctica
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